El PDA establece las medidas para prevenir, reducir y gestionar el desperdicio alimentario en establecimientos de hostelería, restauración y comercio alimentario. Su finalidad es optimizar procesos, minimizar mermas y asegurar el cumplimiento legal y sanitario, contribuyendo a la sostenibilidad.
El plan define responsabilidades, indicadores y procedimientos de trabajo en recepción, almacenamiento, producción, servicio y posconsumo, con enfoque en prevención, reutilización segura y donación responsable cuando sea posible.
Un PDA eficaz incluye mapa de mermas, fichas de control de desperdicio, indicadores KPI (kg de residuos por servicio, por comensal o por ventas), formación al personal, cartelería interna y un plan de mejora continua con revisiones periódicas.
También contempla opciones de aprovechamiento seguro, envases adecuados para sobrantes, y colaboraciones con entidades sociales, siempre cumpliendo con la normativa de seguridad alimentaria.