La LOPIVI (Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia) establece medidas para prevenir, detectar y actuar ante situaciones de violencia que afecten a personas menores de edad. Su aplicación alcanza a centros educativos, entidades deportivas, culturales y, en general, a cualquier organización que trabaje con menores o esté en contacto habitual con ellos.
La norma exige la implantación de protocolos de prevención y actuación, la designación de una persona responsable de bienestar y protección, la creación de canales seguros de comunicación y denuncia, y la formación específica de los equipos para saber cómo proceder ante indicios o casos confirmados.
Contar con un sistema de protección eficaz implica mapear riesgos, definir conductas inadmisibles, articular medidas de prevención, establecer procedimientos de comunicación internos y externos, y garantizar la confidencialidad y la no revictimización. También es clave el registro y trazabilidad de actuaciones para poder acreditar el cumplimiento.
Además, la LOPIVI requiere planes formativos y acciones de sensibilización adaptadas a los diferentes públicos (equipo, familias y menores) y actividades. Estas acciones refuerzan la cultura preventiva, permiten detectar señales a tiempo y ofrecen herramientas claras para actuar con seguridad jurídica.
