El Compliance es el conjunto de procedimientos y buenas prácticas que una empresa implanta para identificar, gestionar y prevenir riesgos legales, regulatorios y reputacionales. Su objetivo es garantizar que la actividad se desarrolla conforme a la ley y a los valores éticos de la organización.
Disponer de un programa de Compliance sólido reduce sanciones, refuerza la confianza de clientes y proveedores y protege a la dirección frente a posibles responsabilidades legales.
Un sistema de Compliance eficaz incluye: mapa de riesgos, código ético, protocolos de actuación, canal de denuncias y auditorías internas. Todo ello documentado y accesible para empleados y directivos.
Además, el Compliance fomenta una cultura de transparencia y ética que mejora la reputación corporativa y genera ventajas competitivas a medio y largo plazo.